Os prometo, y no lo digo por decir, que comprar una radio WiFi ha sido una de las mejores inversiones que he hecho en mucho tiempo. Encontrar un único dispositivo que, sin complicación y sin tener que estar dependiendo del móvil, me permita escuchar todo lo que quiero escuchar en una radio, fue maravilloso.
Si estáis pensando en comprar una radio WiFi y no os decidís, aquí tenéis cinco motivos para comprar una radio WiFi.
1. Te permite acceder a emisoras de todo el mundo
Yo soy extremeño y no vivo en Extremadura. Y me confieso muy fan de Canal Extremadura Radio, que (obviamente) no se puede escuchar vía FM fuera de la región. Aprovecho para recomendaros esa emisora, de paso. Una radio WiFi es la mejor manera de escucharla, porque en una experiencia de radio y en un aparato de radio puedo poner mi emisora preferida como si estuviera tomando café en mi pueblo.
No contento con eso, gracias a la enorme base de datos de emisoras de todo el mundo he descubierto otras emisoras maravillosas, como Radio Amália. Y las puedo escuchar seleccionándolas en un menú fácil y cómodo, y sin depender de si me llaman o no me llaman al móvil (como ocurriría, por ejemplo, si la escuchara utilizando alguna aplicación como TuneIn).
Sí, podríamos hacerlo con un ordenador, pero eso requiere tener un ordenador encendido y probablemente dedicado únicamente a reproducir la radio. Una radio WiFi podemos utilizarla sin necesidad de acceder a un ordenador. E incluso podría utilizarla una persona sin conocimientos de informática: probablemente cualquier abuelo sería capaz de manejar una radio WiFi.
2. Mejor calidad de sonido
Las radios online no tienen la reducción de calidad de sonido que suele suponer escuchar una emisora por FM, que viene dada por peculiaridades de las emisiones FM, así como por otras interferencias. Además, las emisiones de radio por Internet también pueden emitir a mayor calidad de la que podrían emitir por FM.
Incluso pueden llegar a darse emisiones en muy alta calidad, e incluso de alta fidelidad y en más de dos canales. Las posibilidades son bastante mayores que las que puede dar una radio de toda la vida.
Todo esto, eso sí, depende en todo caso de la emisora que esté emitiendo.
3. Emisoras exclusivas de Internet
Hay multitud de emisoras que únicamente emiten a través de Internet, ya sea por no disponer de licencias para emitir por FM, o por ser una radio con vocación global y que, por tanto, no tiene sentido restringir a nivel territorial. También podéis acceder a radios comunitarias o a emisoras creadas por entusiastas por el mero disfrute de hacer radio.
Si nos restringiéramos a las emisiones que podemos captar en nuestro territorio por FM o por DAB, no podríamos disfrutar de emisiones que bien merecen la pena. ¡Si hasta Radio 3 y RTP, por poner dos ejemplos que tenemos a mano, tienen emisiones exclusivas para Internet!
4. Pueden incluir otras funciones
Una radio WiFi no suele restringirse a ser una radio (o un radiodespertador, si lo preferís). Muchas suelen incorporar clientes DLNA/UPnP para acceder a nuestra propia música que esté en nuestro ordenador o un servidor multimedia. Otras incorporan sintonizadores de FM/DAB/DAB+ para escuchar emisiones terrestres en el mismo dispositivo.
Algunas incorporan conectividad Bluetooth para que podamos utilizarla como altavoz de otro dispositivo sin cables (muchas suelen incorporar entrada de jack de 3,5mm), e incluso hay modelos asequibles que incorporan un cliente de Spotify y que nos sirven para escuchar todo tipo de música a la carta, aparte de la radio online.
5. Pueden ser escuchadas en entornos difíciles para la radio
Hay entornos en los que no puede accederse a la radio terrestre y que no son complicados de imaginar, como un sótano profundo. Siempre que pueda llegar un cable de red con acceso a Internet (que no es tan complicado) puede colocarse una radio WiFi con toma de red de cable, o a través de un pequeño punto de acceso WiFi, y así poder escuchar la radio.
También salvan la papeleta en entornos donde hay saturación de emisoras FM. El dial en Madrid, por ejemplo, es una locura, haciéndose difícil sintonizar ciertas emisoras por la cercanía con otras.